martes, 3 de agosto de 2010

Los polos opuestos se atraen. Cap 2- Primer contacto

Hola!!!

Os traigo el segundo capítulo del Zaraki x Unohana y espero sus comentarios, son very important for me *se ríe* y gracias a mi querida modista personal, Karin, tengo banner para los capis *_*
Así que disfrutar del capi ^-^.



Capítulo 2: Primer contacto

Kenpachi y Retsu iban caminando por las oscuras calles de Karakura. Había un silencio un poco incómodo, así que Kenpachi habló:

- ¿Y cómo es que has venido?

- Isane me comentó lo de la cena con las chicas y acepté venir ya que no había mucho trabajo hoy- contestó ella.

- Esto… voy a tener que pedir perdón otra vez- dijo Kenpachi.

- ¿Por qué?

- Porque Yachiru iba a jugar hoy con mis hombres y creo que van a parar a tu división.

- Entiendo. Entonces tendré que disfrutar de la noche- sonrió ella.

Doblaron la esquina y cuando estuvieron a punto de llegar a casa de Orihime, sonó el teléfono de Retsu.

- ¿Isane? ¿Qué ocurre?

- Capitana Unohana nos tuvimos que ir al restaurante porque perdíamos la reserva- contestó Isane a través del teléfono.

- Bien y ¿dónde es?

- Es el restaurante “La Traviata”. Está a tres manzanas de la casa de Inoue-san, la esperamos fuera.

- Vale, hasta ahora Isane.

Retsu guardó el teléfono en el bolso y Kenpachi le preguntó:

- ¿Sucede algo?

- Las chicas se han ido al restaurante porque íbamos a perder la reserva.

- ¿Y dónde es?

- Es en “La Traviata”, está a unas…

- No hace falta que digas más porque ese es el restaurante donde vamos a cenar nosotros- habló rápidamente Kenpachi.

- Que coincidencia- empezó a reír-. Pues si sabe dónde se encuentra el restaurante le sigo.

- Claro.

Los dos siguieron caminando y Retsu, como no estaba acostumbrada a llevar tacones, se tropezó. Cuando estaba a punto de caerse al suelo, Kenpachi la agarró del brazo y la incorporó.

- Gracias, Zaraki-san.

- No hay de qué, pero no me llames así que me pone de los nervios. Llamamé Kenpachi-dijo él.

- Está bien. Gracias, Kenpachi.

- No hay de que, Retsu.

Ella se sonrojó un poco ya que casi nadie, por no decir nadie, la llamaba así. Con una sonrisa por
parte de Kenpachi siguieron caminando por las oscuras calles de Karakura.

///////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

Cuando Isane colgó el teléfono, se quedó preocupada por su Capitana ya que iba sola por la calle, y no sabía si podría sucederle algo.
Al ver la cara de preocupación que tenía, Matsumoto se acercó a ella.

- ¿Qué te sucede, Isane?

- Estoy preocupada por la Capitana Unohana.

- No te preocupes por ella, es una Capitana- dijo Nanao.

- Es verdad, no te preocupes hermana- contestó Kyone.

- Chicas, mirad quienes vienen por ahí- señaló Orihime tan feliz.

Las chicas se giraron y vieron como los chicos se acercaban a donde estaban ellas. Rukia e Ichigo dijeron a la vez:

- ¿Qué hacéis aquí?

- Tenemos reserva en este restaurante- ambos coincidieron.

- ¿De verdad?

- ¡Deja de decir todo lo que digo!- ambos chicos decían todo igual.

- ¡Joder!- se quejó Ichigo.

- Esa lengua pelo pincho- le pegó Rukia.

- ¿Por qué estáis en la puerta?- preguntó Ishida.

- Esperamos a la Capitana Unohana- respondió Matsumoto.

- ¿Pero ella no se dirigía a tu casa, Inoue?- dijo Ichigo.

- Sí, pero la llamamos para que viniese aquí. ¿Cómo sabías que iba a ir a mi casa, Kurosaki-kun?

- Es que nos la encontramos por el camino y el Capitán Zaraki fue a acompañarla a tu casa- habló Renji.

- Ves, ahora si estoy preocupada por ella- dijo Isane.

- ¿Por qué?- intervino Ikkaku.

- Porque no sé que le hará el Capitán Zaraki a mi Capitana.

- ¡El Capitán Zaraki no le va a hacer nada!

- No te preocupes, nuestro Capitán no le haría nada; a no ser que sea este pedazo de idiota- señaló Yumichika a Ikkaku.

- ¿Por qué lo dices?-preguntó Hinamori.

- Porque el idiota de Madarame intentó ligar con Unohana- contestó Hitsugaya.

- ¡¿QUÉ?!-gritaron todas las chicas a la vez.

- Pero fue una equivocación, lo juro- intentaba defenderse Ikkaku de las miradas de Isane.

- Tú estás mal, calvito-le pegó en la calva Rangiku.

- ¡Eh!- se quejó él.

- Ejem, los dos vienen por ahí- les interrumpió Nanao.

Todos se giraron para la misma dirección y encontraron a Retsu riéndose y a Kenpachi sonriendo y hablando sin parar.

- Un momento, ¿desde cuándo el Capitán Zaraki sonríe así?- preguntó por lo bajo Renji a Yumichika y a Ikkaku.

- No tengo ni idea- contestó el segundo.

- Callaos que os va a oír- les mandó Yumichika.

Los dos llegaron al grupo y éstos no hablaban porque se habían quedado un poco en shock por ver la escena anterior.

- ¿Pasa algo?- habló Kenpachi.

- Nada- contestaron todos.

- Perdón por el retraso- se disculpó Retsu a sus compañeras.

- No pasa nada Capitana, entremos- dijo Rukia.

Cuando las chicas estaban a punto de entrar, Kenpachi dijo:

- Que te diviertas esta noche, Retsu.

- Tú también Kenpachi- respondió ella con una sonrisa.

Ambos grupos se quedaron confusos al ver la despedida de ellos dos y se miraban con caras de preguntarse que desde cuando se tuteaban ellos.
Las chicas entraron al restaurante y les atendió un camarero, el cual, las condujo a una mesa que había en el fondo.
Los chicos entraron cinco minutos después de haber recobrado un poco del shock sufrido hace unos minutos. Les atendieron otro camarero y los pusieron a unas cuatro mesas de las chicas.
Cuando se sentaron vieron como la mesa de las chicas no dejaba de reírse. Por lo visto, Matsumoto intentaba ligar con el camarero, cosa que a Nanao le parecía horrible.

- Capitana Unohana, ¿le ha hecho algo el Capitán Zaraki?- preguntó Isane.

- No, solo hemos estado hablando. Por cierto, los días que salgamos como hoy me podéis tutear- dijo ella con una sonrisa.

- Me parece bien. ¿Qué queréis para beber?- preguntó Rukia.

- ¿Qué os parece un vino?- sugirió Orihime.

- Yo no bebo- contestó Nanao.

- Venga Nanao, que solo es un día- la convenció Rangiku-. ¿Y usted, Retsu-san?

- No debería pero como bien dices, Rangiku-san, hoy es un día- sonrió ella.

- Perfecto. ¡Camarero!- lo llamó Rngiku.

- ¿Si, señora?

- Señorita si no le importa. Tráiganos el mejor vino que tenga.

- Ahora mismo.

Todas las chicas no paraban de reírse por lo que Rangiku le había contestado al camarero.
Al cabo de unos minutos llegó el camarero con el vino y Rangiku empezó a llenar las copas de sus amigas.

- Chicas, es la hora de brindar- estaba emocionada Orihime.

- ¿Y por qué brindamos?- preguntó Rukia.

- ¿Qué tal si brindamos por las próximas reuniones que tengamos aquí?- opinó Momo.

- ¡Es una estupenda idea!- corroboró Kyone.

- Bien, ¡brindemos por eso!- dijo Rangiku feliz.

- ¡Salud!- gritaron todas y probaron el vino.


CONTINUARÁ…